Noventa y cuatro a mis Veintitrés
y aún sigo llenando papeles,
sin dormir a la sombra de un león
cada día le robo la boca, a mi Cibeles.
Llevo aquel dieciséis en la espalda,
cambie las plumas de mi motor y
"... de vieytes nos aplauden, viva viva,
los locos que inventaron el amor..."
Son dichosos mis ojos porque ven
entre tantas paredes torcidas,
ese velo que existe detrás,
vieja y sencilla, mi amiga Alegría.
Y como tengo, por sana costumbre.,
mas motivos que años por festejar
voy a levantar la copa tres veces
cuando llegue la hora de brindar.
Amor, Amigos y Paz
suficiente para mi escalera
por apuro y de olvido me olvido
las alpargatas en la medianera.
"
...Ayer, a la hora de la cena... descubrieron que faltaba el interno 16..."