Busca Otras Publicaciones

29 julio, 2008

Querido Amor:

Te escribo estas líneas, no para pedirte explicaciones, ni remaches, ni consejos… a diferencia de lo que dicen todos, te escribo para agradecerte.

Si, para agradecerte a cos que sos el mas loco y siego entre todos nosotros, al mas noble de mis sentimientos, al de las cosquillas en la panza, al de los ojos que brillan, hablan y lloran, al de los profundos suspiros, al de los nervios… a mi amor.

Podría, es verdad, preguntarte tantas vece por qué… pero no solo seria inútil darle motivo a tantas otras cosas, si no que a demás, a esta altura, y ano me sirve de nada.

Por eso me limito a agradecerte, por luchar día a día con el fantasma del pasado, luchando contra tanta cordura, y tantas dudas… y a pesar de todo te mantienes ahí, firme, con los ojos clavados en el cielo, como ayer, como siempre…

Todavía recuerdo cuando nos conocimos, teníamos unos 16 años, la primera vez que sentí esas cosquillas (como le llamo yo a tu vos), recorriendo mi cuerpo de pies a cabeza…
Como olvidarme, éramos unos niños y aunque algunas noches siento que jamás llegué a comprenderte ni un poquito, se que vos conoces cada uno de mis pasos.

Nos enamoramos por primera ves, cuando tus ojos se posaron sobre esa paloma que paso, esa noche de julio, por nuestro cielo… siempre te gusto tanto la noche…

Crecimos juntos, y aprendimos tanto… y la vimos crecer… y llegado el momento tomamos caminos distintos, el tiempos e hizo distancia y tus ojos se clavaron en el cielo nuevamente..
Seguíamos juntos, todas esas noches, admirando cada estrella, riendo cada mañana del sol… y paso mucho tiempo no?, pero nos volvimos a enamorar.

Fue raro, mucho mas raro que la ves anterior, porque vos no soles mirar al cielo de dia, y mucho menos cuando esta lloviendo, pero esa tarde no se que paso.
Quizás halla sido otra de las brillantes recetas de tu amigo destino, tal vez no quien sabe… el caso es que tu mirada se quedo perdida siguiendo a ese pajarito mojado que paso frente a nosotros esa tarde de enero…

Y pese a como fue que se nos fue de las manos todavía, cada tanto, te gusta mirar para atrás, recordar y reírte de lo mucho que diste y de lo que quedo…

También somos nuevos en esto (por no decir vírgenes) de “condenar a la hoguera los archivos”, pero estas de acuerdo con el mundo cuando te dice “Persona justa, momento justo, relación justa” jajaja, se que si, si te conozco como si te llevara cada día de mi vida prendido aquí en mi pecho.

En fin… Tanto recordar me ha dado sed (no se por qué pero me contagiaste eso de “cerveza y risa para el buen recuerdo”). Pero esto tampoco viene al caso.

Empecé a escribir para agradecerte, y eso voy a hacer.

Gracias Compañero de mi alma, por darme tantos motivos, tanta esperanza, tantos besos de esos que quitan el sueño, tantas risas, tantas ganas.

Gracias por matar siempre de un golpe tantos miedos, gracias por saberme loco enamorado, gracias, porque hoy que miramos juntos al cielo como la primera vez, solo me dedico a seguir tus ojos, con la esperanza, y la emoción de no saber, que bella ave a de robarse tu mirada esta vez, y que tan lejos vamos a volar.

Por eso gracias, loco amigo, porque pese a que todos te culpen por mis lagrimas, los dos sabemos que tu vos no duele nunca y que si por algo he de llorar, es por la risa que esas cosquillas me causaron, me causan y me van a causar siempre.

Gracias por la vida, Gracias por el hoy, gracias por darme, como siempre, algo en que creer.

FER # 16

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario!