Me ha dejado otra vez sin sentido,
esta simple canción inconclusa,
tu, la reina de todas las musas
yo, respiro sin respirar.
Por cuanto quieras puedo esperar
mas no esperes que ya no me asombre,
que no tiemble cuando te nombren,
pues no dejas de maravillarme.
Y tal vez deba el sol explicarme,
o la luna si fue la culpable,
mejor dicho, la responsable
de encontrarme de golpe ante ti,
aunque se que es mejor para mi,
y le estoy fielmente agradecido
a la suerte, a algún Dios o a cupido
o a quien sea que lo decidió.
Pues no puedo dejar de admirarme,
ya ni el miedo tiene causas justas
solo un viejo fantasma de cuentos
silva que eres “tan perfecta que asusta”
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