Despertó… sus manos estaban vacías… y ese breve instante, en que los sueños aun se recuerdan, comenzaban a esfumarse… No quiso ponerse de pie.
Cerró sus ojos con fuerza intentando dormir de repente, aclaró sus ideas y esa imagen tomo brillo, pero tan solo por un instante.
Rápidamente todo se desvaneció, su piel perdió el calor y su mirada se vio obligada a adaptarse a la luz nuevamente.
Muy despacio se enderezó, y con un gran esfuerzo levanto su pesado cuerpo y se incorporó buscando mantener el equilibro. 25 veces 9 llevaba caminado…Su cuerpo no resistiría por mucho tiempo mas.
Dio solo un par de pasos, se alejo 10 veces del dolor, se acerco a solo 15 del destino… Respiró una honda bocanada de aire y salió otra vez.
Notó que sus pies desnudos lo miraban de mal modo y vio como su pecho, en un indescriptible esfuerzo, comenzaba a tirar del costado del camino, llevándolo nuevamente hacia la luna nueva.
Luchó, con todas su fuerzas y fue atroz el espectáculo de la batalla, donde reyes y ángeles murieron por igual, pues ya saben ustedes que cuando se lucha contra el amor lejos de haber un vencedor, sol hay quienes resultan mas o menos vencidos.
La paz armó sus valijas, la calma se sentó en el anden 9 y ¾ a esperar, como Penélope, ese tren que no parece llegar. El sol se dio por vencido, y a 19 minutos de la media noche, sus rodillas cedieron de nuevo.
Cayó como una hoja de tilo arrastrada por los primeros días de otoño, beso suavemente el suelo y su alma decidió dormir… para no sentir… para no pensar.
Nuevamente la buscó en sus sueños, y la vio sin encontrarla y se perdió sin siquiera dejar su camino… se beso en las sombras, se dejo mentir, se aparto de todo y de todos dejando al fin su ser a merced de los mas pálidos papeles.
Despertó, sus manos estaban vacías… quiso ponerse de pie… pero ya era demasiado tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario!