Busca Otras Publicaciones

15 mayo, 2011

Dialogos 7...

- supongo que ya sabías que volveríamos a encontrarnos aquí, era cuestión de tiempo… siempre es cuestión de tiempo…
- ahórrate las palabras querida Razón.
- no diré nada que no hallas escuchado antes corazón así que…
- así que ahórrate las palabras y siéntate junto a mi un instante.

La razón bajó esos dos pequeños escalones y limpió la superficie del asiento, descolorido como buen testigo de la fuerza del sol y del agua, y lentamente se reposó sobre el.

- Han pasado, ¿cuántos?... 8400 días ya? – dijo el corazón mientras extendía su mano ofreciendo el mate.
- 8478 para ser exactos, y tu sigues siendo un idiota enamorado del mismo paisaje…
- y tu sigues tan hermosa como siempre.
- no logro entenderte corazón, llevo 23 años compartidos contigo y no consigo entenderte ni un poco.
- es que no has compartido nada conmigo, llevamos un cuarto de vida cruzando espadas y escudos, gastando vidas y soles en las mas increíbles competencias, apostando lagrimas y risas por cualquier motivo…
- y dices que eso no es compartir nada?
- todo lo contrario, tu y yo no compartimos nada… o al menos no lo hacíamos
- sigo sin entenderte.
- míralo de este modo,  cada risa que ganaste con tu intelecto costo dos o tres besos de mi boca, cada abrazo que regale costaron unas 11 dudas de tu parte… del instante mas largo al sueño mas corto, todo entre nosotros fue competencia, de una manera, o de otra.
- no pretenderás que todas nuestras decisiones coincidas corazón, porque entonces te declararé la guerra nuevamente.
- ese es el punto, nuestras ideas no tienen por qué coincidir, pero nos hemos pasado los días intentando que así sean. Como si el tuviese que vivir de uno o de otro lado del río, cuando ambas orillas pertenecen al mismo reino.
- es decir que…
- que no había visto cuan acertada estabas en tus cálculos y predicciones.
- ¿tan acertado?, no critico mis métodos, pero sabemos que muchas veces fallé en sumar dos pares y esto terminó siendo un gran caos.
- fallamos, tu calculas, yo ejecuto, tu mides, yo corro riesgos, tu eres precavida, y estoy completamente loco… fallamos en tus cálculos y en mis saltos de fe, porque nunca tomamos el mismo camino juntos… siempre eras tu, o era yo… tu ganabas o yo ganaba… y a fin de cuentas él terminaba perdiendo y con el, todos nosotros.
- es una estrategia muy intrincada si lo que buscas es un acuerdo temporal querido corazón.
- jajaja, veo que hay cosas que nunca van a cambiar.
- y otras que cambian constantemente.
- a eso me refiero, no necesitamos una tregua… pásame el mate y observa adelante por dos segundos.
- oye!... esos de abajo no son…
- Miedo y pasión.
- ¿qué diablos hacen juntos?
- lo que tu y yo razón, comparten un momento.
- pero…
- se que sabes que no existe lógica mas fuerte que esto, no hay tal cosa como opuestos, simplemente, son complementos.
- tu general está… ¿besando a mi teniente?
- pasión es una mujer hermosa, no puedes culpar a Miedo… cualquiera se enamoraría de ella.
- no lo culpo, pero ella, pudiendo estar con…
- con cualquier otro, se queda con el, que es tímido y casi no habla… que nunca duerme bien de noche, que tiembla ante cualquier sonido.
- el la complementa.
- ninguno duerme bien de noche, ella ignora los sonidos que el tanto teme, ella habla por los dos, y besa por los dos también.
- increíble.
- o tal vez no… tal vez…
- ¿todo está como tiene que estar?
- tomate otro mate antes de irte.
- no voy a negar que muero de ganas de huir, pero…
- todo está en calma, el reino es uno de lado a lado, hay un solo lenguaje, una sola religión y un solo idioma.
- entonces…¿ ya no sirvo de nada aquí?
- al contrario razón… eres el pilar de esta situación.
- ¿yo?, si mi teniente no volverá a levantar su espada en mi nombre, mis hombres…
- mi general tampoco hará nada por mi, solo iría a la guerra por el.
- entonces como puedo ser útil aquí.
- simple, lo tienes frente a ti. Si mi general no estuviera aquí, tu teniente me habría atacado y rodeado con facilidad.
- como tu general hubiese hecho conmigo.
- exacto, pero no tienen tiempo para nosotros, se bastan con ellos mismos.
- entonces mi papel aquí es…
- creo que estas jugando a no entenderme razón.
- nunca un juego podría durar tantos años corazón
- Tu estás aquí, porque si no tuviera con quien compartir estos mates me aburriría y ya sabes lo que sucede cuando un corazón se aburre.
- ¿soy tu diversión acaso?
- mi pasatiempo preferido diría yo.
- comienzas a fastidiarme…
- velo de esta manera, si te marcharas del reino, yo saldría corriendo detrás de ti.
- este reino necesita a uno de los dos no podrías…
- no podría hacerlo si no estuvieras aquí.
- ¿tu me necesitas?
- no, no te necesito… simplemente te amo
- me… ¿Qué?... tu estás loco. Como…

Sin dejarla terminar, el corazón la tomó de las manos y acercándola a su cuerpo la beso como si ese instante fuese el único que tendría de aquí en adelante.

El beso duró dos segundos. Al liberarse la razón golpeó la mejilla del corazón pero este volvió a besarla.
Una vez más esta se separó y volvió a golpearlo, pero al golpe la siguió otro beso y a ese beso… lo siguió otro y luego otro… como si en algún punto la razón, finalmente, hubiese olvidado de cómo golpear al corazón.



(No es coincidencia que todo en mi vida vibre a tono con el  todo,
 no es solo amor, no es  solo razón. 
No soy solo yo, no eres solo tú, somos nosotros… 
créeme, no es coincidencia)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario!