Tristemente Solos.

Tal vez exista un mundo, no lo se, en el que amarnos sea suficiente.

Puede que en ese lugar, ante las horas de hambre de verdad y frío de sueño, el amor baste como único sustento. Allí, todo será del color de los besos y las mayores dificultades serán enfrentadas con el corazón en la mano, sin soltarnos nunca, sin perdernos de vista, sin abandonarnos.

Tal vez exista un mundo en el que amarnos sea suficiente. En ese lugar el ecologismo carecerá de sentido pues aquellos que se aman, aman, y por ese mismo amor cuidan a cada paso de la tierra que los sostiene.

Quien sabe, tal vez hasta los libros de ese mundo tendrán historias llenas de retos posibles, de enseñanzas reales y así las sufridas princesas de los cuentos se perderán de nuestra memoria de una vez, y para siempre.

Ojalá exista un mundo así, en el que nos baste una taza de té y un cigarrillo para solucionar las diferencias, para definir una nueva vara con la cual medirnos juntos y sabiendo siempre que estamos donde estamos tanto para luchar de la mano, como para descansar uno del otro.

Tal vez exista un mundo, donde mis ausencias no te cusen soledades y donde tus enojos no me causen heridas... tal vez exista un mundo así, donde amarnos sea suficiente... no lo se. Pero en este mundo, ya nos ves, nos hemos alejado tanto que, aunque ese mundo nos encuentre, aunque nos duela, ha de encontrarnos tristemente solos.