Bienvenidos, damas y caballeros a este sin sentido de sentidos, a este vaivén de mediocres ilusiones, al más patético de los buenos sueños, al dolor que causa risa, a la alegría de la lágrima de tanto tanto amor…
Es un mundo loco el de mi corazón, parado a solo una hora tal vez de verte… si hace meses que no lo hago, cómo puede salir todo…
Y hoy yo, el que siempre supo todo todo de ese juego que llaman amor, el que se lleva las mil coronas y le llueven flores, hoy… yo… estoy muerto de miedo.
Miedo que me da el verte, sola, tal vez con el…
Miedo que me da el quererte y no tenerte, miedo que me da la fuerza de aún confiar, sueños de risas que ya no tengo, pero espero, segundo a segundo, vuelvan de tus ojos a mi mirar.
Este dueño del mundo que se detienen en tus dudas, este corazón que no cierra por derribo, esta vos arrugada de llamarte, estas cenizas que el viento no llevo…
El fuego consumiendo casi todo, menos este amor que me consume, este tiempo que no cura ni una herida, estas heridas sin tus manos que las curen…
Y pienso con la fuerza de mi alma en dejar de morirme por tu boca, pero supongo que ser el pez de esta pecera es el destino que elegido, mas que bello mas que cruel…
Tantas cosas que no entiendo, tantos ¿por qué? Reprimidos… tantos gritos que no dimos, tantos besos que robamos, tantas noches en tu olvido, tantos sueños derramados…
Un “no quiero hacerte daño” de estandarte, y la murga de miedos de tu corazón, el general pimienta y su triste banda, lo que dice esa envenenada canción…
Un “no te entiendo” y no me sobran los motivos, mas que motivos necesito una razón, razón de ciegos y locos corazones, razón de olvido razón de amor.
El “eres mi primer amor” que hoy me trae el viento, tus gemidos, los ladridos lo que el tiempo no borro…
Las noches, las mañanas los excesos, de tu boca, hasta mi boca, mi colchón, las marcas, las lloviznas, las mil risas… siguen siendo mi motor.
Los años que me cubren de cabeza, la vida en dos meses y tu, corazón, el tiempo que te espero y la espereza con que el mismo tiempo pasa aquí sin vos.
Solo te pido un momento, solo una mirada, solo una razón, solo dale a este ciego un viento, solo dale un motivo a mi corazón.
Te dije es un circo que ni yo entiendo, pues la única que lo hacia ayer me dejo… esa que eras tu y que todavía, vas a seguir siendo te guste o no…
Aunque te mientas y le acuses al olvido, aunque tus penas no tengan explicación, la felicidad que conmigo tenias, es la misma que sigo buscando yo...
Si de vites nos aplauden “viva, viva” los locos que inventaron el amor, porque decirle que no, mi vida, a todo lo que tengo para vos…
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