a mojar mis nostálgicos cristales
y en este oscuro mar de soledades
por la mañana, otra vez, calienta el sol.
Tantas veces he muerto, por amor,
desde alturas innombrables, he caído.
Hoy he vuelto a saltar una vez mas
pero vuelo, porque estas aquí conmigo.
Como si se tratara de esa historia
que entre sueños de escritor me dibujaba,
uno a uno van perdiéndose en tu risa,
y de tanto que perdí, no queda nada.
Mi poema de amor, dulce memoria,
veinticinco años cantándole a la luna,
quién diría, de escribir tantas historias,
hoy me sueño en esos ojos de aceituna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario!