Sabe a terror el silencio
que opaca todo momento,
ausencia de sentimientos,
la muerte de la razón.
Parado allí el corazón
perdido, entre todo, en si mismo,
enamorado de la sensación
de volver a saltar a un abismo.
(Caer... no hay sensación tal como la de caer... ¿Si llevo mi alas? para nada, no hablo de volar, hablo de dejarme caer...No no tengo más explicación que esa... Lo se, tal vez estando enamorado, entenderías...)
Me encanta!
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