Cosquillas

Entonces me siento a escribir, crujo los dedos de la mano, bebo otro sorbito de te y al trazar el primer verso de azul en el papel, las cosquillas comienzan de nuevo.

Entonces, se hace imposible escribir... imposible escribir sobre lo pensado, porque los colibríes se cuelan por cada rincón y ya ni el humo del narguile los espanta.

Entonces me tiro en la cama, libreta en mano y hecho a reír. ¿A que anticipo de magia corresponderá este aletear de emociones finas, esos colores nuevos, esta canción en mi cabeza?

Me acomodo para escribir, y solo me sale el titulo... ahora las palabras y el tintero me hacen huelga de standup y se rumorean entre los almohadones.

Hasta el gato sabe que algo sucede y se ha sentado a ronronear sobre mis piernas... mas risas.

Y estas ganas de contar esa historia se disfuma, porque contar lo aún no vivido es imaginar, (me duele la panza por la risa) y en ese imaginar he pasado tantas lunas... que hoy los colibríes, las mariposas, el tintero y hasta el gato me hacen cosquillas para que me de cuenta, de una buena vez, que te has vuelto realidad y en esto nuevo de estar vivo todo es mas dulce (no más fácil), porque todo es risas... porque todo es risas.