Voy a pedirle al viento que me consuma y me lleve a tus brazos como una ráfaga de perfume, para que cuando me extrañes, recuerdes esos sahumerios de muchos colores que comprábamos juntos en la plaza, o a esos jazmines recién cortados que tanto nos gustaba poner en las mesas.
A la luna voy a pedirle que me encandile y que haga de su brillo mis ojos, para que al verla ahí donde estas, del otro lado del mar, te acuerdes de esas caminatas medio ebrios por la panamericana, de esas charlas de zanjón que tanto me hacen falta (se que a vos también), de ese poema de Benedetti que tengo firmado con tu nombre, de esa noche de acordeón y guitarra en lo del Gurdu, de nuestras miradas, de nuestros abrazos.
Voy a pedirle a la noche, que me deje mudo y se lleve en un suspiro mi voz, y te la acerque al oído en el recuerdo de alguna canción de esas que escuchamos esa noche, en ese bar, o de esas que Valentín nos regalaba en la plaza, cuando estábamos solos escuchándolo y el resto del mundo desaparecía para nosotros.
Voy a pedirle a a la vida (o acaso también a la muerte), que no me permita olvidarme nunca de todas esas veces que estuve a punto de ir a verte, a tomar unos mates, y no fui. De las muchas veces que te falte, porque siempre había otra oportunidad para vernos. Que nunca me deje olvidarme de ese viaje juntos que no hicimos, de tus ganas de comerte al mundo y de falta de coraje para hacerlo. Que nunca me olvide, nunca, para que cuando volvamos a encontrarnos (porque vamos a volver a encontrarnos) no deje pasar ni un solo mate, ni un solo segundo, ni una sola oportunidad de compartir algo con vos.
Entonces, para resumir, voy a pedirle al viento, a la luna a la noche y a la vida misma, que en un soplo de luz me acerque hasta tu ventana, como una sombra tal vez, para que te asomes a exhalar la pitada de algún cigarrillo y puedas salir con el humo a volar por las cornisas, con una golondrina de motor.
Quien sabe, por ahí aportando un poquito de esa imaginación que a los dos nos sobra, tal vez podamos fundirnos en un abrazo de almas que rompa todas las distancias y entonces extrañarnos será mas fácil, porque va a quedarse en tu pecho un poquito de mí, y en mi pecho un poquito de vos, lo que nos convertirá en dos locos que están lejos, pero cerca; que se extrañan, pero se tienen... en fin, cosas del amor, mas que del amor, cosas de esta conexión maravillosa que traemos valla a saber de qué vidas, de qué tiempos.
Te extraño, aunque te siento conmigo, pero uno es ambicioso viste, y siempre quiere un poquito mas de eso, que sabe, le hace tan bien al alma.
Te Amo, Te Abrazo, Te Siento
Fer
PD: Vení, volá, sentí... ;)
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